Saturday 19 April 2008

Alegoría de la vida urbana



Vengo de las calles donde juega el viento con los desafectos pesados del metro, vengo de un espacio donde no perdona el instinto, ni encuentran perdón tus pasos indecisos. Vengo de un lugar que resalta tu cuello esbelto, allí donde se fraguan los escaparates. Me gusta inundar las calles con mis sentidos distraídos, abrir los poros de la duda y llenarla de esa naturaleza angulosa y viva.



paso las horas esperando un cambio de humor, meciéndo mi ánimo en los antojos de las horas, observando el cabalgar de un enigmático llanero urbano, distraído, arrebatado por la opacidad del tiempo, deslenguado de mi tierra, para siempre apátrida de los símbolos, cazador de ídolos,



Con el tiempo llegarán los anhelos de lo que conocimos y que ahora resulta viejo. llegarán mis palabras quejándose de la ausencia de ritmo, extrañado de unas mareas que hoy traen un regusto a refrito.

Friday 18 April 2008

Cuerpo y medio

Me quedo en la media distancia
a un cuerpo y mitad de tu silueta
observando el ruido alejarse
en manos de un Saturno
que lo depositará en otra orilla
mientras se extingue en mi valle

Si te vas, si no vuelves
se poblará el silencio
de una calma fría.
Sigilosos son los seres
que frecuentan esta planicie baldía

Aquí te espero
con una venda en la mirada
para que no sangre la herida del deseo
para que no distingan mis ojos más allá
del muro que separa
la realidad de lo real.

Me quedo contigo esta noche
si de tu inocencia me emborrachas,
de tus tiernos pasatiempos.
Me quedo si tejes con tu pelo mi fortuna
y enhebras con tus uñas mi suerte

Mira, hoy barro unos pedazos,
miniatura desvencijada de mi ego.
Y amasaré retazos de otra era,
nuevos reflejos
que te recuerden mis partes buenas.

Hoy comprendí
que sin máscaras no hay baile,
y sin disfraz,
en la alcoba los amantes escasean.
Soy atuendo
soy, como todos,
flujo ensimismado que resbala
por la superficie del tiempo.

Me quedo
no escucharé a Lucrecia
con sus dolorosas caricias
ni la tristeza de su pigmento

Hoy no volveré el rostro absorto.
En la media distancia
merodea la ausencia,
se extraña el sueño.
En la media distancia
hogar de la melancolía
esparce su yugo tu dueño.

Sunday 13 April 2008

Hoy, un puñal hiriente,
vigila mi sueño desde el techo
un recuerdo húmedo de anoche,
luces sordas
y sirenas ciegas
que recorren la ciudad y mi cuerpo.

Me dueles,
me hiero en silencio,
traicionando las murallas de nuestra fortaleza,
invitando polizontes
a bordo de nuestra tormenta.

Te llamo
y al teléfono escuchas en mi voz la derrota,
me interrogas,
me lames las heridas,
tanto me quieres,
tan ciega estás.

No quiero perderte,
y sin embargo de ti me alejo,
pongo distancia entre nuestras orillas
e invoco la fuerza desconsiderada de las pasiones, el deseo.

Anhelo el deseo,
anhelo el beso de unos labios inseguros,
la fragilidad de los sentimientos,
por eso abro la muralla mientras duermes
y dejo que la ley del deseo impregne el silencio de tu sueño.

Te agitas
y sueñas que me llevan dos prostitutas del brazo